Milei no ha renunciado a la dolarización y eliminación del peso
Difícil combo debe superar el Gobierno con la demora de la Ley de Bases en el Congreso y la falta de divisas en el Banco Central para remplazar la moneda nacional por la norteamericana
A pesar de que en el discurso oficial poco se habla de dolarización, cuando ese tema fue uno de los caballitos de batalla de la campaña electoral de Javier Milei, el objetivo no ha sido descartado y, muy por el contrario, fue reafirmado tanto por el ministro de Economía Luis Caputo como por el presidente Javier Milei.
El interrogante alrededor de la moneda norteamericana en los últimos días giró sobre la posibilidad de un atraso cambiario negado por el Presidente, eso fue en simultáneo al reclamo por la eliminación del cepo, a lo que se agrega que durante la semana pasada se anunció la eliminación del Impuesto País -novedad confirmada en el dicurso del 25 de mayo en Córdoba- parece ser que ahí no se detendrán las medidas.
El jefe del Estado y el titular del Palacio de Hacienda coincidieron en el objetivo final de dolarizar durante una reunión con el IAEF (entidad que agrupa a los ejecutivos de finanzas), aunque todavía es difícil predecir si, en algún momento, se podrá poner en manos de los argentinos el dólar estadounidense para su desempeño cotidiano.
Aunque no hay que descartar que Milei ha concretado ambiciones que no se creían posibles, como la de llegar a la Presidencia de la Nación.
Los pasos que el mandatario expuso ante los expefrtos fueron primero y principal recuperar las reservas netas del Banco Central llegando por lo menos a los US$ 10 mil millones, después salir del cepo cambiario impuesto por Cristina Kirchner durante su presidencia, eliminado por Mauricio Macri y después vuelto a instalar durante toda la gestión de Alberto Fernández ante el derrumbe de la confianza de los argentinos en el peso.
El paso posterior sería la libre competencia de monedas, seguido de la prohibición de emitir pesos. Continuaría con la reforma del sistema financiero, algo que implica la eliminación del Banco Central, tema discutido por los economistas que aducen que su función no solo es imprimir circulante sino también ejercer la superintendencia de las entidades financieras.
De allí en más Milei les explicó a sus interlocutores que sobrevendrá la "dolarización endógena", en la que, con la desparición paulatina de la moneda local se irá imponiendo el dólar en forma paulatina y voluntaria. Para eso, se aseguró, habrán medidas de gestión que ya están planificadas.
Según Milei y Caputo cuando la economía se recupere habrá mayor circulación de dólares que irán remplazando a los pesos que ya no se emitirán a lo que se sumarán la puesta en circulación de las divisas que aún permanecen "en el colchón". Como complemento insistieron en la libre elección de monedas y la posibilidad de pagar los impuestos con dólares.
El escollo que les queda para concretar lo anunciado es la recuperación de las reservas, algo que Caputo deja en manos del Fondo Monetario Internacional de quien dependería la provisión de los fondos faltantes para eliminar el cepo. En ese caso las perspectivas se postergarán hasta después de las elecciones en Estados Unidos.
De todos modos la economía está entre dos frentes porque la demora en salir del cepo retrasa la recuperación y puede empezar a horadar el único factor que tranquiliza personalmente a la sociedad como es el cfecimiento más lento de la inflación.
